El cierre de brechas en infraestructura es esencial para mejorar la competitividad del aparato productivo del Perú. Por ello, resulta urgente acelerar la ejecución de los megaproyectos en cartera, muchos de los cuales generan empleo formal y dinamizan economías regionales. Solo diez de estos proyectos concentran inversiones por más de 44,400 millones de dólares, entre ellos destacan las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima y Callao, la Nueva Carretera Central, el Ferrocarril Lima-Ica, la Línea 2 del Metro y el Puerto de Chancay.
Varios de estos megaproyectos avanzan con apoyo de esquemas como los acuerdos Gobierno a Gobierno. La Nueva Carretera Central, por ejemplo, es una de las obras más complejas en términos de ingeniería y cuenta con asistencia técnica francesa. Asimismo, el nuevo terminal del Aeropuerto Jorge Chávez está próximo a operar con una inversión de 2,000 millones de dólares, mientras que el Aeropuerto Internacional de Chinchero y la modernización del Ferrocarril Huancayo-Huancavelica aportarán a la descentralización del transporte aéreo y ferroviario, respectivamente.
En el ámbito portuario, el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay y el Muelle Norte del Callao permitirán consolidar al Perú como un hub logístico en el Pacífico suramericano. Además, el nuevo Terminal Portuario San Juan de Marcona y la Autopista del Sol complementan el desarrollo logístico e intermodal. A esto se suma la ejecución del Gasoducto del Sur, el cual impulsará la competitividad energética del país, con una inversión estimada de casi 2,000 millones de dólares.
El impulso al agro y al uso eficiente del agua también figura en la cartera. Proyectos como Chavimochic III y Majes Siguas II permitirán ampliar la frontera agrícola y generar miles de empleos, mientras que las nuevas rutas ferroviarias como el Ferrocarril Lima–Barranca y el posible Ferrocarril Chancay–Pucallpa se plantean como apuestas a futuro para reforzar la conectividad. La Red Vial N° 4, la carretera Oyón–Ambo y el Anillo Vial Periférico complementan este esfuerzo vial, beneficiando a millones de ciudadanos.
Finalmente, según el Marco Macroeconómico Multianual, la inversión no minera crecería 2.1% en 2024 y 2.9% en 2025, tras la caída registrada en 2023. Este repunte será impulsado por la ejecución de grandes proyectos de infraestructura de transporte, asociaciones público-privadas (APP), el desarrollo de proyectos energéticos y la recuperación de la inversión diversificada, todo en un contexto de menores costos de financiamiento y mejores expectativas de inversión.