Se estima que para el 2030 la brecha entre la oferta y la demanda de la disponibilidad de agua dulce será del 56%, así lo confirma el Watermark Studio 2024. Ante este panorama, la solución radica en el compromiso de las empresas con la sostenibilidad industrial, adoptando tecnologías que permitan una gestión hídrica eficiente, responsable y rentable.
Según datos del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), si no se adoptan tecnologías que ayuden a mitigar el impacto del cambio climático y el uso insostenible de los recursos hídricos.
“Hoy más que nunca, cuidar del agua no solo es una prioridad ambiental, sino un habilitador clave del crecimiento para las industrias. En Ecolab ayudamos a nuestros clientes a proteger lo que es vital, con soluciones que combinan química avanzada, tecnología digital y conocimiento experto”, afirma Diego Varrá, Líder de la Unidad de Negocio de Alimentos y Bebidas de Ecolab para Latinoamérica Sur.
Es en ese punto que Diego, nos comparte cuatro maneras en que las industrias pueden reducir su huella hídrica:
1.- Adoptar una gestión circular del agua: Muchas industrias aún extraen, utilizan y desechan, lo que lleva a una sobreexplotación de fuentes hídricas y a un elevado costo de tratamiento de aguas residuales. Por suerte existen tecnologías como Nalco Water de Ecolab, que permite reciclar y reutilizar el agua.
2.- Medir el riesgo hídrico con herramientas digitales: El 95% de las empresas con metas hídricas afirman que sus equipos operativos son responsables de alcanzarlas, pero el 45% carece de herramientas adecuadas para medir y gestionar eficazmente ese riesgo. Es en ese punto donde nacen herramientas digitales para medir consumos e identificar áreas críticas.
3.- Consumir menos sin sacrificar productividad: Puede existir la creencia que reducir el consumo de agua implica comprometer la eficiencia o calidad de los procesos. Existen tecnologías como Synergex que permite limpiar y desinfectar eficientemente con menor uso de agua.
4.- Convertir la sostenibilidad en ventaja competitiva: Los consumidores están cada vez más informados y exigentes. Según datos del Watermark Studio 2024, el 75% de los latinoamericanos está dispuesto a pagar más por productos sostenibles, y dos tercios han dejado de comprar marcas por su impacto ambiental. “Cuidar del agua se traduce no solo en responsabilidad social, sino también en valor de marca y diferenciación de mercado” sostiene Diego de Ecolab.
La implementación de soluciones que equilibren productividad con sostenibilidad no solo permite reducir riesgos operativos y regulatorios, sino que también responde a una clara demanda social, consumidores, inversionistas y comunidades están cada vez más atentos al impacto ambiental de las empresas. Cuidar el agua ya no es una opción, es una condición para crecer.