A pocos días de su esperada inauguración, el corredor turístico Miraflores-Barranco, conocido como el «Puente de la Paz», continúa con trabajos de último minuto. Aunque la apertura oficial está programada para el miércoles 20 de agosto a las 7 de la noche, la presencia de maquinaria pesada en la zona genera congestión, causando molestias entre residentes y transeúntes.
Desde hace una semana, una grúa interrumpe el libre tránsito en la Quebrada de Armendáriz, provocando un cuello de botella para los conductores que circulan por esta vía. Estas labores buscan ultimar detalles del proyecto, que ya superó las pruebas estructurales, incluyendo mejoras en la seguridad eléctrica y la instalación de pozos a tierra a lo largo del recorrido.
El puente, que mide 112 metros de largo y 8 metros de ancho, conectará el parque Alfredo Salazar en Miraflores con la avenida Sáenz Peña en Barranco. Más allá de ser una simple vía, la obra incorpora un circuito peatonal y una ciclovía, impulsando la movilidad sostenible en la ciudad.
Su diseño innovador destaca por los vidrios traslúcidos en los laterales, que ofrecerán a los visitantes una vista privilegiada del litoral limeño, convirtiendo el recorrido en una experiencia visual única. Así, el «Puente de la Paz» se perfila como un nuevo punto de encuentro turístico y cultural entre estos dos distritos.
La municipalidad aclaró que la grúa realiza trabajos de mejora en los caminos laterales que dan acceso al parque Bicentenario, además de labores complementarias para embellecer el paisajismo de la Quebrada de Armendáriz, con la finalidad de entregar un espacio seguro y atractivo para la comunidad.