En el Perú se generan 21 mil toneladas de residuos cada
día, según cifras del Ministerio del Ambiente. Frente a esta realidad, fechas como el Día de
la Gestión Integral de los Residuos Sólidos, que se celebra el tercer sábado de septiembre
en América Latina y el Caribe, busca promover la participación ciudadana y soluciones
innovadoras para promover el manejo adecuado de los desechos.
En este contexto, el sector construcción cumple un rol estratégico. Por el volumen y la
diversidad de materiales que utiliza, enfrenta retos en la gestión de residuos, pero también
abre una gran oportunidad para impulsar prácticas sostenibles que aporten valor a la
sociedad y al medioambiente. Adoptar medidas responsables en cada obra permite
optimizar recursos, promover la economía circular y fortalecer la confianza en una industria
que sigue siendo motor del desarrollo del país.
Por ello, Gabriel Mansilla, superintendente de Cambio Climático de Cementos Pacasmayo,
comparte seis recomendaciones para lograr una gestión eficiente y sostenible de los
residuos sólidos en proyectos de construcción:
- Clasificación desde el inicio de la obra: implementar un sistema de segregación
que permita separar metales, plásticos, cartón, madera y concreto. Esta práctica no
solo facilita la trazabilidad de los materiales, sino que también asegura
reaprovechamiento o reciclaje posterior. - Uso de empaques eco-amigables: elegir materiales que reduzcan el impacto
ambiental durante todo su ciclo de vida es clave para minimizar residuos. Un
ejemplo es el EcoSaco, un empaque que se incorpora a la mezcla de concreto y se
disgrega con la acción de la piedra, disminuyendo así los desechos en la obra. Con
su uso adecuado, 70% del casco de una obra puede ser construido de manera más
amigable con el medioambiente. - Reutilización y reaprovechamiento de materiales: darle una segunda vida a
elementos como la madera, el acero o el concreto, ya sea a través de su reciclaje o
reutilización directa, no solo reduce la presión sobre los rellenos sanitarios, sino que
también genera ahorros significativos en costos de obra. - Capacitación del personal de construcción: formar y concientizar a los trabajadores
en el manejo adecuado de residuos y en el uso correcto de contenedores
diferenciados fortalece la cultura de sostenibilidad dentro de la obra y asegura que
las buenas prácticas implementadas realmente se cumplan en el día a día. La
capacitación permite a los colaboradores identificar los distintos tipos de residuos, evitar mezclas que dificulten el reciclaje, prevenir accidentes o contaminación y - optimizar el uso de materiales.
- Fomentar la innovación en materiales: apostar por soluciones más eficientes
permite construir con menos recursos y reducir la generación de desechos. En esa
línea, conviene priorizar insumos con menor huella ambiental, como los cementos
adicionados, que tienen un menor impacto en el medioambiente a comparación de
un cemento tradicional (Tipo I), aditivos que prolonguen la vida útil de los materiales
o soluciones prefabricadas que minimicen los residuos. - Diseñar priorizando la durabilidad de las construcciones: extender la vida útil de
las edificaciones reduce la generación de residuos a lo largo del tiempo. Apostar por
construcciones más durables y resilientes evita reparaciones o demoliciones
prematuras, lo que reduce significativamente los desechos. En este sentido, el
cemento Fortimax contribuye a la durabilidad de las edificaciones al estar diseñado
para enfrentar condiciones críticas como la corrosión y el salitre, factores comunes
en el norte del país, asegurando así un desempeño prolongado y confiable en
entornos exigentes.
Con prácticas como estas, el sector construcción puede avanzar hacia un modelo más
responsable y sumarse al cambio hacia un futuro en el que reciclar, reutilizar y repensar los
procesos no solo reduzca el impacto ambiental, sino que también impulse la eficiencia y la
innovación. Cada obra que decida incorporar estas prácticas fortalece a la industria en el
presente y la prepara para afrontar los desafíos del mañana.