A pocas semanas del inicio de la temporada de lluvias, varias obras públicas orientadas a la prevención de desastres, educación y salud registran avances parciales en el norte del país, lo que podría incrementar el riesgo para miles de familias, según información difundida por la Sociedad Nacional de Construcción e Infraestructura (SNCI).

En las últimas semanas, el Ejecutivo autorizó transferencias por S/ 520 millones a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) para asegurar la continuidad de proyectos considerados prioritarios. Sin embargo, estos recursos no cubren todas las obligaciones en ejecución, lo que ha obligado a reprogramar trabajos y reducir frentes de obraen distintas regiones.

El impacto se concentra en departamentos expuestos a eventos climáticos recurrentes, donde se ejecutan proyectos de defensas ribereñas, colegios y establecimientos de salud, infraestructura clave para reducir riesgos durante lluvias intensas.

Uno de los casos más sensibles es el de las defensas ribereñas del río Motupe, una obra diseñada para proteger a más de 50 mil personas frente a posibles inundaciones. La ejecución parcial del proyecto mantiene a estas comunidades en una situación de vulnerabilidad ante desbordes o lluvias extraordinarias.

“La prevención depende de que las obras no se detengan. Cuando los trabajos avanzan de forma intermitente, el riesgo vuelve a recaer sobre la población”

Especialistas advierten que la interrupción de obras preventivas no solo eleva el peligro para las comunidades, sino que también incrementa los costos de atención de emergencias y reconstrucción para el Estado.