En entrevista con Noticias Trujillo, el arquitecto peruano, Gerardo Berdejo, se pronunció ante la revelación del informe técnico en torno a las causas que desencadenaron en la tragedia del techo del patio de comidas del Real Plaza. Berdejo sostuvo que el hecho se debió a dos causas: el uso de pernos incorrectos y el ineficiente diseño del techo que solo entorpeció las inspecciones y mantenimientos, aumentando la bomba de tiempo que finalmente terminó explotando y cobrando la vida de al menos 6 personas.
El diseño
Berdejo sostuvo que el diseño es importante, enfocándose en el espacio que se debe de dejar para que el personal de inspección y mantenimiento pueda ingresar y realizar los trabajos correspondientes. «Este techo no tenía este espacio», declaró tajantemente el arquitecto, siendo este el primero de los problemas que conllevaron a la tragedia del 21 de febrero. Según sostuvo Berdejo, el diseño de una infraestructura debe trabajarse coordinadamente entre los equipos de arquitectos e ingenieros, resaltando entonces una doble responsabilidad para este caso: la constructora que construyó el techo y el equipo de profesionales (arquitectos e ingenieros) que diseñaron los planos.
Los pernos
El arquitecto también sostuvo que en la ejecución del techo se usaron los pernos A36 en vez de los A325. «La respuesta en realidad la tiene la constructora», respondió Berdejo, sosteniendo lo extraño que le resulta el uso de aquellos pernos en la construcción de un techo de tal tamaño. Mencionó declaraciones brindadas por uno de los ingenieros encargados de la elaboración de planos, donde afirmó haber puesto en el diseño de ellos el uso explícito de los pernos A325, pero que tras una investigación de la Fiscalía, se descubrió que había un espacio en blanco, espacio que terminó llenando la constructora, ordenando el uso de los pernos A36.
«La diferencia principal entre estos pernos es el porcentaje de carbono que le colocan a este acero», comparó Berdejo, reafirmando el hecho de que los A325, al tener un mayor porcentaje de carbono, permite su uso en construcciones de mayor magnitud. «Este pequeño error causó esta tragedia», declaró atribuyendo esta causa como una de las principales, resaltando además que la única falla se debió al anclaje de uno de los pernos del techo con la pared, el cual, al romperse, desencadenó la rotura de los demás que finalmente provocó la tragedia del techo del Real Plaza.










