El nuevo Hospital Progreso ubicado en la región Áncash, obra que es ejecutada por el Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis), brazo ejecutor del Ministerio de Salud (Minsa), registra actualmente un avance físico del 50,88 % y destaca por contar con un moderno sistema de aisladores y deslizadores sísmicos que garantizará la seguridad de la infraestructura y de sus futuros usuarios.

Esta tecnología ha demostrado su eficacia durante el reciente sismo de magnitud 5,5 que sacudió Áncash el pasado martes; gracias a los 29 aisladores y 9 deslizadores sísmicos instalados, la obra no sufrió daños y los trabajos de construcción continuaron con normalidad, reflejando la continuidad de la política de salud impulsada por el Ministerio de Salud.

Una vez concluido, el nuevo hospital beneficiará a más de 84 400 habitantes de Chimbote y zonas aledañas.

Cuenta con la categoría II-E, lo que significa que ofrecerá servicios de emergencia, hospitalización, consulta externa, centro quirúrgico y obstétrico, farmacia, nutrición y dietética, diagnóstico por imágenes, patología clínica (laboratorio), sala de partos, ginecología, pediatría, entre otros.

La inversión supera los S/106 millones y el área techada será de 6707,85 m². El bloque principal (A) tendrá cinco pisos, complementado por otras ocho áreas menores, incluido el bloque H, que albergará la cochera para ambulancias.

El hospital será equipado con 548 dispositivos médicos de última generación, entre los que destacan: rayos X estacionario digital con comando y accesorios completos, incubadoras, coagulómetro automatizado, analizadores automáticos y semiautomatizados, ecógrafos 3D y 4D, y esterilizadores.

Esta importante reafirma el compromiso de la presidenta de la república, Dina Boluarte, y el ministro de Salud, César Vásquez, de dotar al país de infraestructura hospitalaria moderna, garantizando espacios más seguros, equipados y accesibles para el bienestar de la población, en este caso, de Áncash.