La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) advirtió que para enfrentar de manera efectiva el déficit habitacional en el país, sería necesario construir unas 200,000 viviendas al año. Según su director ejecutivo, Guido Valdivia, el déficit actual alcanza aproximadamente 1 millón 800,000 unidades, de las cuales la mayoría corresponde a viviendas de baja calidad, conocidas como déficit cualitativo. El resto, alrededor del 30%, representa un déficit cuantitativo, es decir, la falta total de viviendas.
Valdivia explicó que, además del déficit existente, el país enfrenta una creciente demanda futura debido a su dinámica demográfica. “En los próximos 20 años se necesitarán cerca de 2 millones de viviendas nuevas. Por eso sostenemos que es indispensable elevar la producción habitacional a 200,000 unidades anuales, no solo para cerrar la brecha acumulada, sino también para evitar que la construcción informal continúe siendo predominante”, afirmó.
Actualmente, en el Perú se construyen cerca de 60,000 viviendas formales por año, cifra que, según Capeco, resulta claramente insuficiente frente a la magnitud del problema. “Debemos avanzar gradualmente en la lucha contra la informalidad. El país, por su nivel de desarrollo y disponibilidad de recursos, está en condiciones de asumir ese reto”, aseguró el vocero del gremio.
Valdivia reconoció el esfuerzo del Gobierno en materia de políticas habitacionales y destacó que este año se han destinado más de 2,000 millones de soles a subsidios para facilitar el acceso a viviendas para las familias de menores ingresos. Sin embargo, consideró que ese presupuesto debería al menos triplicarse para alcanzar el objetivo propuesto. “Necesitamos llegar a los 6,000 millones de soles al año, es decir, sumar 4,000 millones adicionales”, precisó.
Finalmente, el director de Capeco cuestionó la ineficiencia en la ejecución del gasto público y propuso una redistribución de esos recursos. “Cada año, el Estado peruano deja sin ejecutar entre 15,000 y 20,000 millones de soles del presupuesto de inversión. Con solo el 20% de esos fondos se podrían construir viviendas seguras y reducir de forma significativa los riesgos ante desastres como los sismos”, concluyó.