Alrededor de S/ 3.5 millones es la inversión que se calcula se ha realizado este año en propiedades hoteleras en el Cusco, impactado por la recesión económica que afronta el país, el descenso del flujo turístico y una sobreoferta de camas en los hospedajes del denominado ombligo del mundo. Así lo señaló Fernando Santoyo, vocero y miembro de la Cámara Hotelera del Cusco.
El ejecutivo indicó que, en general, son cerca de US$ 7 millones en inversiones hoteleras que ha dejado de percibir la ciudad turística. “Solo hemos crecido 0.2% en inversión hotelera cuando normalmente era 2% anual, lo que equivale a US$ 8 millones o US$ 9 millones”, detalló.
Los desembolsos más frecuentes aluden a inversores locales, quienes posteriormente se vinculan a franquicias del tipo de la cadena Hilton, que ingresará este año con su marca Motto by Hilton. Santoyo sostuvo que el objetivo de estas alianzas, cada vez más constantes, es garantizar la operación global y un mayor respaldo en la captación de clientes.
“En un contexto en que solo tenemos la mitad del flujo prepandemia, los inversionistas buscan operadores que les eleven las reservas y los representen a nivel internacional. Además, hoy se ha vuelto más frecuente la inversión por adecuación o mejoramiento de hoteles, antes que los grandes desembolsos desde inversión cero que se acostumbraba entre el 2008 y 2012″, expresó.
Al respecto, Santoyo destacó que si bien existe un potencial importante en el Cusco, el costo de las propiedades es alto; además, que la emisión de permisos y licencias tardan en proyectos que conciernen al centro histórico. Adicionalmente, en el Valle Sagrado —entre Urubamba y Ollantaytambo— con terrenos de incluso más de 1 hectárea también hay posibilidades para el desarrollo turístico; sin embargo, la sobreoferta de camas resulta una limitante para los inversores.
“Nuestra ocupación promedio anual está en aproximadamente 42% y en prepandemia era de 67%. Es decir, tenemos casi la mitad de las 6,800 camas dirigidas al turismo vacías”, indicó.
Tarifas
Santoyo manifestó que son alrededor de 420 los hoteles destinados al turismo en Cusco, con un costo promedio por noche de US$ 92. No obstante, la tarifa todavía no recupera los niveles del 2019.
“Estamos cerca de un 17% menos que en prepandemia. Hemos hecho algunos ajustes, pero no han sido suficientes para llegar a nuestra tarifa normal”, reiteró.
Agregó que la permanencia de los viajeros también ha caído, pues de una estancia promedio de 4.5 días se ha descendido a 3.7. “Resultamos un destino caro para los turistas, quienes también evalúan otros países”, remarcó.
Actualmente, el turismo receptivo en Cusco está integrado, principalmente por la llegada de latinoamericanos, europeos y norteamericanos.
