La construcción, uno de los sectores productivos que más puestos de trabajo genera en Perú, está por cerrar el 2023 en negativo. Al tercer trimestre de este año, registra una caída de 9.2%, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Esta tendencia tampoco cambiaría en octubre, según la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco). El gremio anticipa que el sector habría caído 7.9% dicho mes y cerrarían el año con un retroceso de 3.9%.
A puertas del 2024, surge la pregunta de cuándo finalmente la construcción podrá recuperarse. El verano, que estará marcado por el fenómeno El Niño (FEN), no se plantea como un periodo para que esta actividad económica levante.
¿Rebote?
Durante todo el primer trimestre del 2023, periodo marcado por las protestas sociales y El Niño costero, el PBI construcción cayó a doble dígito, de acuerdo con el INEI. La caída más pronunciada fue en marzo (-12.4%) y la menos acentuada en febrero (-10.2%). En enero cayó 11.7%.
En un primer vistazo, por un efecto estadístico, llevaría a pensar que habrá un salto claro de la construcción, pero la coyuntura presiona al sector. Para Guido Valdivia, director ejecutivo de Capeco, las cifras anteriores son una base muy baja que, si bien podría abrir espacio de mejora en el primer trimestre del 2024, no sería tan significativo como para volver a crecer.
“Si hay lluvias fuertes es difícil que pueda haber un avance muy amplio para la construcción. El mal clima hace inviable el mismo sistema. No se puede poner concreto y la cadena también se afecta: los fabricantes empiezan a tener problemas porque su rendimiento baja”, explica a Gestión.
Camilo Carrillo, Associate Partner de Infraestructura de EY Perú, respondió en la misma línea. “La inversión privada está en caída y la pública también. Si bien esta última se va a recuperar para enfrentar a El Niño, representa solo el 20% de la inversión total en Perú. No te va a cambiar la perspectiva negativa”, refiere a este diario.
Valdivia recalca que lo primero que se ve afectado en la construcción es el transporte de material si es que las carreteras se bloquean, lo que también impacta el valor de los fletes, incrementando los costos de producción.
Por eso refiere que la expectativa del sector sobre el efecto de El Niño en verano serán las obras de reconstrucción que se irán ejecutando a consecuencia de su paso desde el sector público.
“El tiempo de la prevención ya acabó. Tenemos que centrarnos en la emergencia. Como parte del plan Unidos se habla de hacer programas masivos de vivienda. Sin embargo, hay que tener cuidado. Muchas de las casas que se caen es porque son de barro, no porque estén en áreas de riesgo”, sostiene Valdivia.
Carrillo cree que no se debe escoger un tipo de intervención por otra. “Es cierto que la prevención ha llegado tarde, pero hay que reconocer que se está trabajando. Es mejor intervenir puntos críticos. Pero quien ‘mueve la aguja’ es el privado. Si Capeco anticipa problemas, por más esfuerzos que se hagan desde el público no habrá gran cambio”, complementa.
Alerta política
Además de El Niño, desde Capeco ven con preocupación que se reavive la crisis política, a raíz de investigaciones iniciadas en paralelo contra Patricia Benavides, Fiscal de la Nación, y la presidenta Dina Boluarte por tráfico de influencias y las muertes en las protestas de inicios de año, respectivamente.
“Lo que se insinúa que ha ocurrido es terrible. Es volver a los noventa y parte de lo vivido con Pedro Castillo. Afecta la Fiscalía, lo que genera suspicacias sobre cómo se manejan los casos a su cargo”, indica Valdivia.
Para el director ejecutivo de Capeco el peligro con ello es que los planes de recuperación que impulsa el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no terminen de despegar.
“Mientras eso no se resuelva, no tendrán resultados. Nadie que quiera invertir lo hará si mira lo débil que es nuestra institucionalidad y la aplicación de justicia. Sin estándares mínimos es complicado”, asegura.
A Carrillo el nuevo episodio de rencillas políticas solo reconfirma que la economía podría seguir perdiendo su capacidad para sostener crecimientos a mayores tasas.
“Ese daño estructural ya está hecho. Mientras no se arregle, le estamos quitando a la economía la capacidad de generar estabilidad en términos de ingresos de recursos”, alerta.
Por ello recuerda que la debilitación de la economía pudo haberse evitado. “La economía avanzaba, a pesar de todo, porque seguíamos creciendo a tasas del 4%. Con Castillo inició la tendencia decreciente, pero venía cantado desde antes”, refiere.