Mar. Nov 11th, 2025

Inversionistas peruanos en Puerto de Chancay no ven aún beneficios

En el 2024, 73.000 personas naturales se convirtieron en inversionistas al invertir en el megapuerto de Chancay, más precisamente, al comprar acciones de Inversiones Puerto de Chancay (IPCH), que posee el 40% del megapuerto. Se invirtieron montos desde los S/12 hasta más de S/100.000, distribuidos en alrededor de 30.000 transacciones entre IPCH A e IPCH B.

De acuerdo con analistas consultados, el impulso que le dieron los medios de comunicación e influencers hizo de este fenómeno posible. Sin embargo, no todos ganaron, en realidad, algunas de estas personas que ahorraron slash invirtieron en acciones de Inversiones Puerto de Chancay, están en rojo.

Megapuerto de Chancay en primera fase. Foto: Cosco Shipping

Megapuerto de Chancay en primera fase. Foto: Cosco Shipping

Cuándo se perdió por invertir en el Puerto de Chancay

“La ola de nuevos inversionistas fueron advertidos por Kallpa SAB —intermediaria que concentra el 90% de la BVL— que era una inversión de alto riesgo. Varios se entusiasmaron, invirtieron, y a algunos les fue bien y a otros les fue mal”, contó Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB a La República

Aunque no es posible estimar el porcentaje de personas que invirtieron y perdieron o ganaron, sí se puede afirmar que no dependió del monto invertido, sino del momento.

“Hay personas que entraron cuando estaban [las acciones] en el pico y luego cayeron y entonces perdieron, pero también hay muchas personas que ingresaron cuando empezó a caer y luego cuando se fue estabilizando aprovecharon las ganancias”, detalló Diego Torres, CEO y cofundador de la plataforma de trading Trii. “Como cualquier acción, ha tenido fluctuaciones”. 

Dicho de otro modo, el concepto de ganancias o pérdidas depende de cuándo las personas hayan entrado y cuándo las personas hayan vendido sus acciones, si lo hicieron. Asimismo comparó el caso con la caída en la Bolsa de Wall Street cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó que iba a imponer aranceles a todo el mundo. 

 Aumento de personas naturales que son inversionistas en la BVL con datos al 30 de septiembre de 2025. Fuente: CAVALI

Aumento de personas naturales que son inversionistas en la BVL con datos al 30 de septiembre de 2025. Fuente: CAVALI

Sin embargo, Pablo Leno de Renta 4, empresa que ofrece servicios de intermediación financiera y asesoramiento, fue más contundente: “los que perdieron fueron quienes se dejaron llevar por el FOMO (miedo a quedarse fuera) y no se asesoraron por banqueros o traders”. 

Y es que, como bien explicó, una persona invierte en cualquier momento, sea al principio, al medio, al final, o incluso cuando el mercado está retrocediendo. En ese sentido, para Leno, no es que hubo un momento, sino una falta de concepto. 

“No estás invirtiendo en el puerto de Chancay, tú estás invirtiendo en una acción que se llama Inversiones Puerto Chancay (IPCH)”.

Significa que las acciones de Inversiones Puerto Chancay no están obligadas a presentar estados financieros, reportar hechos de importancia ni repartir dividendos. Del otro lado está Cosco Shipping, dueño del 60% del megapuerto de Chancay, pero que no cotiza en Bolsa y no comparte información.

En consecuencia, con IPCH no existe una valoración sólida de la compañía ni se conoce su verdadero valor fundamental porque no hay información a la cual remitirse. En otras palabras, sin estados financieros ni hechos relevantes, solo es posible hacer una estimación general, pero no un cálculo preciso del valor fundamental de la empresa. Todo esto hace que el análisis sea mucho más complejo.

“Ese tipo de acciones fue aprovechado por los inversionistas más experimentados, aquellos que sabían que se generaría un efecto FOMO. Subieron a la ola, esperaron a que los inversionistas menos experimentados entraran en esa dinámica, y cuando percibieron —porque el mercado lo hace sentir— que ese impulso se estaba agotando, salieron. Finalmente, quienes no tenían mayor experiencia quedaron atrapados”, remarcó con tono crítico. 

Técnicamente no hay perdedores, solo crédulos

Aunque se dice que en una inversión en bolsa no hay una ganancia o pérdida generada “hasta que el activo no se venda”, resulta ser un eufemismo porque, en efecto, muchos la llaman una pérdida potencial ya que no se ha “cristalizado”. Sin embargo, si la persona tuviera que vender hoy, estaría asumiendo una pérdida real.

El escenario plantea la pregunta, entonces, de qué catalizadores de corto plazo existen para que, en este caso, las acciones de Puerto Chancay suban. La respuesta es corta: ninguno. 

Según expertos consultados, solo un evento extraordinario —como que Cosco Shipping decidiera listar sus acciones en la Bolsa de Valores de Lima o anunciara el reparto de dividendos a través de Inversiones Puerto Chancay— podría cambiar el panorama. Empero, hoy por hoy, ninguno de esos catalizadores existe. 

La moraleja no es dejar de invertir en la Bolsa porque es volátil, sino buscar asesoramiento adecuado antes de invertir. 

Bolsa de Valores de Lima al 4 de noviembre de 2025. Foto: Credicorp Capital/Bloomberg

Bolsa de Valores de Lima al 4 de noviembre de 2025. Foto: Credicorp Capital/Bloomberg

Por ejemplo, para quienes perdieron en Inversiones Puerto Chancay, los expertos recomiendan asumir la pérdida en lugar de mantener el activo sin perspectivas de recuperación. 

En esos casos, explican que es preferible “tomar la pérdida”, porque mantener una inversión estancada implica también un costo de oportunidad. Lo que implica comprar acciones o, si quieren ser más agresivos, optar por un activo más volátil, como Bitcoin. 

Dejar el dinero inmovilizado en una acción sin catalizadores que impulsen su valor, advierten, puede ser incluso perjudicial.

Quiénes lideran la Bolsa de Valores de Lima 

El mercado bursátil peruano cerró con resultados mixtos en lo que va del año, con el liderazgo claro de los sectores financiero y minero. Según datos de Credicorp Capital al 4 de noviembre, las acciones con mejor desempeño fueron:

  • Volcan: +151% en dólares, impulsada por los altos precios de los metales.
  • Buenaventura: +77%, beneficiada por el buen desempeño del oro y la plata.
  • Southern Copper: +47%, apoyada en la fortaleza del cobre.
  • IFS: +45%, gracias a menores gastos en provisiones y una economía más dinámica.
  • Credicorp: +40%, consolidando el buen momento del sector financiero.
  • Ferreycorp: +24%, respaldada por sólidos resultados operativos y un atractivo pago de dividendos.
  • Cementos Pacasmayo: +26%, y Unacem: +12%, ambas en línea con la recuperación del sector construcción.
  • Alicorp: +50%, destacando por su buena gestión operativa y un programa de recompra de acciones.

Eso significa que, si una persona hubiera invertido S/100 en Volcan a inicios del año, para el 4 de noviembre de 2025 tendría alrededor de S/250, es decir, 2,5 veces su inversión inicial.

En el caso de Credicorp, su valor creció un 50% en lo que va del año. Por tanto, quien hubiera invertido S/1.000 al comienzo del 2025, hoy tendría S/1.500.

Por el contrario, algunas empresas registraron caídas:

  • InRetail: -20%, afectada por el incidente en Real Plaza Trujillo, aunque con potencial de recuperación a largo plazo.
  • Luz del Sur: -12%.
  • Aenza: -27%.
  • Nexa: -38%.

La Bolsa Peruana ha subido en un +32% este año, indicado por el indice MSCI NUAM Peru General. 

Qué son las acciones IPCH A e IPCH B y en qué se diferencian 

En el mercado bursátil, las acciones tipo A y tipo B representan diferentes derechos dentro de una misma empresa. En el caso de Inversiones Portuarias Chancay (IPCH), esta clasificación determina tanto el precio como el nivel de participación del inversionista. 

Las acciones tipo A otorgan un doble beneficio:

  • Derecho económico, que permite recibir dividendos en caso de que la empresa los distribuya.
  • Derecho de voto, que faculta al accionista a participar y votar en las juntas directivas.

Por ese motivo, su precio es más alto. Actualmente, las IPCH tipo A se cotizan en S/1,44 por acción. Sin embargo, tienen menor liquidez, lo que significa que hay menos personas comprando y vendiendo este tipo de acción, por lo que podría tomar más tiempo concretar una transacción.

En cambio, las acciones tipo B ofrecen únicamente derecho económico, es decir, el inversionista puede recibir dividendos, pero no tiene voz ni voto en las decisiones de la empresa. Su precio es considerablemente menor, situándose alrededor de S/0,12 por acción, y presentan mayor liquidez, lo que facilita su compra y venta diaria.

Ahora bien, el movimiento de ambas acciones suele mantener una correlación, por lo que si una sube o baja, la otra tiende a hacerlo en proporciones similares. 

Para un inversionista casual o de perfil más pasivo, la diferencia principal entre ambos tipos radica en el precio de entrada y la facilidad para operar en el mercado, más que en el desempeño del activo en sí.

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