La posibilidad de que un peruano compre su primer departamento o vivienda se retrasa, pese a programas de crédito diseñados con ese fin.
Así, es cada vez más avanzada la edad en que los jóvenes recién pueden comprar su vivienda, comparada con el tiempo que les tomó a sus padres, dijo Tomás Silva, gerente de Inversiones y Productos de Inversiones Sura.
La pandemia jugó en contra del empleo formal y perjudicó la situación salarial, lo que, unido a la inflación del último año y el elevado costo de vida, afectan la capacidad de pago de las personas, detalló.
La política de incremento de tasa de interés de referencia del Banco Central de Reserva (BCR) para afrontar el elevado índice de precios y el consecuente aumento de tasas de interés de los créditos hacen que los jóvenes piensen más su decisión de adquirir una vivienda, dijo Álvaro Puga, gerente general de Bengala Inmobiliaria.
En general, el alto costo de vida de los peruanos hoy alarga la edad en que pueden adquirir un inmueble pues es una inversión de largo plazo y, por ahora, tienen otros gastos que cumplir, comentó.
Creciente informalidad laboral limita compra de departamento
Según Jorge Guillén, docente de Finanzas de ESAN, los jóvenes ahora adquieren una vivienda casi a los 40 años, a diferencia de sus padres que lo hacían poco antes de los 30 años.
Si bien hoy es posible encontrar programas para la compra de un inmueble, algo que no sucedía antes, el incremento de la informalidad laboral también limita el acceso a crédito hipotecario, agregó.
La crisis pandémica perjudicó el empleo adecuado en el país y el salario del mercado formal, especialmente de aquellos que desempeñaban su primer trabajo, restando la posibilidad de que obtengan un préstamo con condiciones flexibles, dijo.
Además, se vienen desacelerando los desembolsos hipotecarios por el incremento en el costo de este financiamiento y las restricciones de la banca para clientes más riesgosos, expresó.
La tasa de interés anual de las hipotecas subió de 6.22% a 9.5% en el último año, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Incluso el programa de Renta Joven no tiene mucho dinamismo, pese a ser un subsidio para que las personas puedan ahorrar la cuota inicial de una vivienda con el crédito Mivivienda, acotó.
Rotación laboral elevada juega en contra de jóvenes
Hay programas de apoyo para compra de vivienda enfocados en determinados sectores de la población, pero la pandemia jugó en contra del empleo formal, aquel que permite acceder a un crédito hipotecario, retrasando la posibilidad de compra, coincidió en señalar Silva.
“Hoy en día la inflación, lo que pasó con los salarios por la crisis y el costo de vida más alto juegan en contra en este intento de ser dueños de una casa propia”, enfatizó.
Guillen refirió que, anteriormente, los trabajadores continuaban en una misma empresa hasta su jubilación, pero ahora la rotación laboral en los jóvenes es elevada e incluso les cuesta más conseguir un empleo.
“Esto hace que los jóvenes de hoy no tengan los ingresos suficientes ni la capacidad de ahorro para adquirir su vivienda de forma temprana, sino hasta llegar a determinada edad, más avanzada”, comentó.
El ruido político es otro factor que atrasa la recuperación en el mercado laboral, sobre todo porque afecta la inversión privada, agregó.