El sector construcción arrancó el año 2025 con un fuerte crecimiento de 17,9% en enero, impulsado por el “rebote de la obra pública”, según Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco). Este desempeño es el mejor registrado en los últimos 12 años, destacando el crecimiento más significativo desde enero de 2013.
La ejecución de obra pública en enero experimentó un aumento del 4%, alcanzando los S/2.369 millones. Este dato es notable, considerando que enero suele ser un mes de baja ejecución en comparación con otros períodos. No obstante, en los últimos cinco años, se ha observado un crecimiento sostenido en este sector, lo que marca una diferencia importante en el historial de la última década, indicó Valdivia.
El directivo de Capeco también destacó que el efecto rebote de la inversión pública ha sido clave para contrarrestar la caída en el consumo de cemento, que en enero registró una disminución del 2,4%, la más pronunciada desde julio del año pasado. Valdivia recordó que entre abril de 2023 y diciembre de 2024, el consumo de cemento tuvo un comportamiento negativo, lo que evidenció una tendencia desfavorable en este aspecto.
Para el primer bimestre de 2025, las empresas del sector proyectan un crecimiento de 4,8%, con un énfasis especial en infraestructura. Ante este panorama, los empresarios han elevado sus expectativas de crecimiento, pasando de un 4,0% en diciembre a un 4,9% en enero, lo que refleja un aumento en el optimismo dentro del sector. Este crecimiento también se alinea con las expectativas empresariales sobre el desempeño de la economía peruana, cuya confianza sigue siendo positiva a tres y 12 meses.
Sin embargo, Valdivia señaló algunos factores que podrían atenuar estas expectativas optimistas, tales como las lluvias intensas, el aumento de la violencia en las obras, las demoras en la aplicación de nuevas normas de contratación, cambios inadecuados en los programas de vivienda social, la morosidad o la imposibilidad de reanudar obras detenidas. También mencionó que un incremento en los costos de materiales de construcción o en las tasas de interés debido a factores externos podrían restar confianza al sector.
Entre noviembre de 2024 y enero de 2025, el empleo en la construcción creció un 22%, la tasa más alta desde 2021. En Lima, se contabilizaron 441.500 trabajadores en este rubro, lo que refleja un repunte significativo en la generación de empleo dentro del sector. Este crecimiento es una buena señal para la economía y muestra el dinamismo que sigue impulsando la industria de la construcción.
En cuanto a la tragedia ocurrida en el Real Plaza de Trujillo, que dejó seis fallecidos, Capeco señaló que este incidente resalta una incapacidad general para prever y reaccionar ante este tipo de situaciones. Valdivia subrayó que este caso evidencia debilidades en la gestión de infraestructura y destacó la necesidad de una trazabilidad adecuada para identificar responsabilidades. Además, enfatizó que no basta con controlar la contratación y ejecución de obras, sino que también se debe asegurar el seguimiento durante todas las etapas del ciclo de vida de una infraestructura, incluyendo su mantenimiento preventivo. Por último, Capeco abogó por la digitalización de los procedimientos de licencias de construcción, como ocurre en otros países, para mejorar el control y reducir la corrupción.