El sector eléctrico peruano es reconocido como uno de los más sólidos y confiables de la región, fruto de las grandes inversiones realizadas y un marco regulatorio que ha permitido su desarrollo eficiente y equilibrado. Gracias a ello, la cobertura de electricidad ha aumentado significativamente, pasando de un 66% a un 96% en solo 30 años. Además, el país ha logrado consolidar una de las matrices energéticas más limpias de la región, aprovechando sus recursos naturales.
Coincidimos en la importancia de fomentar la competencia en el mercado eléctrico y en que nuestra matriz energética debe incorporar una mayor participación de energías renovables (RER), como refleja la tendencia mundial. Sin embargo, el proyecto de ley actualmente en el Congreso no parece ser la mejor vía para lograr estos objetivos. Aunque se plantea la reducción de costos para los usuarios, los cambios normativos propuestos no favorecen esta meta.
El proyecto de ley propone dos modificaciones clave: primero, establece que la energía solar, al solo generar durante el día, se divida en bloques horarios; segundo, separa los atributos de energía y potencia, lo que permitiría que las unidades de generación solar participen en las licitaciones de las empresas distribuidoras. No obstante, estas modificaciones podrían generar consecuencias no deseadas, afectando el funcionamiento del mercado eléctrico y aumentando los costos para los usuarios.
En cuanto a la competencia en las licitaciones, los bloques horarios y las ofertas de todo el día deben representar el costo más bajo para atender la demanda durante las 24 horas del día. Si se toma en cuenta esta necesidad, las modificaciones propuestas deberían ser reconsideradas, con el fin de garantizar que la principal preocupación siga siendo el beneficio de los usuarios.
La separación de los atributos de potencia y energía, junto con la creación de bloques horarios, podría dejar desprotegido el bloque de hora punta, cuando la demanda aumenta significativamente. En este contexto, es esencial que potencia y energía estén asociadas para poder atender eficientemente el pico de demanda en estos períodos críticos.
Uno de los argumentos a favor de los cambios normativos es que serían necesarios para impulsar el desarrollo de proyectos solares. Sin embargo, la evidencia demuestra lo contrario. Entre junio de 2023 y septiembre de 2024, se pusieron en operación 798 MW de proyectos de energías renovables, de los cuales 195 MW fueron solares y 603 MW eólicos. Además, se espera que entre julio y diciembre del próximo año ingresen otros 456 MW, lo que demuestra que no existen barreras para la competencia de las energías renovables.
Es fundamental seguir promoviendo la generación de energías renovables y su incorporación en la matriz energética. Sin embargo, es necesario que su desarrollo se realice de manera equilibrada y con un análisis técnico que minimice riesgos para el sistema eléctrico, garantizando, sobre todo, un impacto positivo en los usuarios. Las políticas públicas deben ser evaluadas cuidadosamente, asegurándose de que su implementación beneficie efectivamente a la población peruana.