En una ceremonia realizada en el puerto del Callao, el alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga, presentó los trenes donados por la empresa estadounidense Caltrain y reiteró su pedido al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para que la futura ruta de tren de cercanías se extienda hasta el Callao. “Este tren no debe terminar en Lima. Tiene que llegar al Callao. Es lo lógico, es lo justo”, expresó el alcalde durante su discurso.
La donación proveniente del puerto de Stockton, en California, incluye 19 locomotoras, 90 coches galería de dos pisos y cuatro contenedores con repuestos. Todos los equipos se encuentran operativos y han sido utilizados recientemente en el Silicon Valley. Según López Aliaga, estos trenes cuentan con aire acondicionado, vista panorámica y pueden ser adaptados para funcionar con gas natural vehicular (GNV), lo que —afirmó— los convierte en una alternativa más sostenible que la flota actual que opera en Lima Este.
El burgomaestre insistió en que la negativa del MTC a permitir que el tren llegue hasta el Callao no tiene sustento técnico, sino político. Sostuvo que el ministro de Transportes se opone por presuntas incompatibilidades con la concesión de la Línea 2 del Metro, que también conecta Lima con el puerto chalaco. “Tenemos un ministro que dice no a todo. No quiere que la gente sea feliz. Pero acá estamos hablando de resolver un problema real, no de proteger concesiones”, afirmó con dureza.
La propuesta del alcalde recibió el respaldo del alcalde del Callao, Pedro Spadaro, quien también exigió al Ejecutivo considerar la extensión del recorrido ferroviario. “No queremos un tren que llegue solo hasta Lima. Queremos que llegue hasta el Callao. Porque los chalacos también merecen un transporte moderno y seguro”, indicó. Spadaro propuso además acudir juntos al MTC para gestionar directamente la viabilidad del proyecto.
López Aliaga sugirió iniciar una “marcha blanca” de operación con tres estaciones principales: Chosica, Desamparados (en el Centro de Lima) y Callao, utilizando la infraestructura ferroviaria ya existente, hoy empleada para trenes de carga. “La infraestructura ya está. Lo único que falta es voluntad política”, señaló, apelando a la rapidez con la que —dijo— podría ponerse en marcha el servicio.
Durante el evento, el alcalde limeño también respondió a las críticas en torno al proyecto y al estado del material rodante. Acusó a sectores de la “izquierda caviar y terruca” de difundir “mentiras” sobre el costo y antigüedad de los trenes. “Dicen que estos trenes valen 800 mil dólares. Falso. Cada coche cuesta al menos 4 millones y tiene una vida útil de 40 a 50 años. No se consigue algo así ni en cinco años”, remarcó.
Finalmente, López Aliaga reafirmó su compromiso de llevar adelante el proyecto ferroviario como una solución concreta a los problemas de movilidad en Lima y el Callao. “Este tren no es un lujo, es una necesidad. No podemos seguir postergando el derecho de millones de ciudadanos a moverse de manera digna y eficiente”, concluyó.