Aunque el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció el aplazamiento de la inauguración del nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte (Ositrán) ha señalado que aún no ha recibido una notificación formal sobre el cambio de fecha. A través de un comunicado, el Ositrán explicó que está a la espera de la notificación oficial respecto a la prórroga del inicio de operaciones del nuevo terminal, la cual fue anunciada por el MTC y la concesionaria Lima Airport Partners (LAP) para el 30 de marzo de 2025.
El ente regulador destacó que, por el momento, la concesionaria no se encuentra en una situación de incumplimiento contractual que justifique sanciones o penalidades. Esto se debe a que el plazo originalmente acordado para la construcción y puesta en operación del terminal es el 30 de enero de 2025, por lo que aún no se ha superado este plazo y no corresponde aplicar sanciones.
Ositrán precisó que, según sus supervisiones, las obras y la instalación del equipamiento del nuevo terminal han alcanzado un avance del 99%. El 1% restante corresponde a tareas específicas relacionadas con la integración de sistemas y ajustes finales en distintas áreas del aeropuerto, como las de seguridad y arquitectura.
Entre las tareas pendientes, Ositrán mencionó la integración de varios sistemas críticos, como el Sistema de Inspección de Equipaje (HBS), el Sistema de Control de Acceso (DACI) y la Red Local de Área (LAN). Además, señaló que aún deben realizarse ajustes en las áreas arquitectónicas y de seguridad para completar el proceso de construcción.
Asimismo, el regulador indicó que están pendientes una serie de pruebas operativas, entre las cuales se incluyen las pruebas de las pasarelas de embarque (PBBs), los sistemas de inspección de equipaje, la planta de combustible, y los sistemas eléctricos y de aire acondicionado del nuevo terminal. Estas pruebas son esenciales para garantizar el buen funcionamiento de todas las instalaciones antes de la apertura oficial.
Ositrán también está supervisando el proyecto ORAT (Puesta en Operación del Nuevo Terminal y la Transición de Operaciones), que tiene como objetivo asegurar una transición sin problemas entre el terminal antiguo y el nuevo. Sin embargo, dado que la infraestructura aún no está al 100%, las actividades de verificación continúan en curso. Las pruebas operativas restantes, junto con la capacitación de operadores, entidades y aerolíneas, son cruciales para una apertura exitosa.
Además de la supervisión técnica, Ositrán sigue de cerca el proceso de obtención de las licencias y aprobaciones necesarias, como la Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE) y la autorización de funcionamiento del nuevo terminal. Estas deben ser emitidas por las entidades correspondientes, incluyendo la Dirección General de Aeronáutica Civil y Osinergmin.
Por último, el Ositrán subrayó que, aunque no son directamente responsables de la supervisión de ciertos aspectos, es fundamental coordinar con otras entidades, como la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), para resolver cuestiones relacionadas con el transporte público y la seguridad en las vías de acceso al nuevo aeropuerto, que podrían afectar la experiencia de los usuarios.