El turismo en el Perú aún no logra alcanzar los niveles previos a la pandemia. Durante 2024, el país recibió poco más de 3.2 millones de visitantes internacionales, una cifra que se mantiene por debajo de los más de 4.3 millones registrados en 2019. Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en el primer semestre del año llegaron 1.6 millones de turistas, lo que representa el 75.3% del total recibido en el mismo periodo hace seis años.
A pesar de esta lenta recuperación y de problemas actuales como la venta de entradas a Machu Picchu, el sector turístico continúa mostrando un fuerte potencial de crecimiento. Solo en 2023, esta actividad generó más de US$4,431 millones en divisas, y se espera superar esa cifra en los próximos años.
Con el objetivo de impulsar el turismo regional, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión) tiene en cartera seis proyectos de teleféricos que, en conjunto, demandarán una inversión estimada de US$460 millones.
El proyecto más destacado es el Mejoramiento de los Servicios Turísticos Públicos del Parque Arqueológico de Choquequirao, que contempla la construcción de un sistema de transporte por cable y buses. Esta iniciativa conectará las regiones de Cusco y Apurímac, facilitando el acceso al Monumento Arqueológico Choquequirao (MACH).
Actualmente, llegar a este complejo arqueológico demanda una caminata de dos días. Sin embargo, con la construcción del teleférico, este trayecto se reducirá a tan solo 20 minutos, lo que podría dinamizar significativamente el turismo en la zona. Proinversión informó que cuatro consorcios ya han mostrado interés en el proyecto, que se desarrollará bajo la modalidad de asociación público-privada (APP).
Mario Hernández, director especial de proyectos de Proinversión, señaló que la iniciativa se encuentra en una fase de análisis financiero, y se espera que sea adjudicada durante el primer trimestre de 2025. Además, destacó el interés que generan los teleféricos por su capacidad de mover grandes volúmenes de personas y recordó el impacto positivo que tuvo el de Kuélap, inaugurado en 2017.
En el caso de Cusco, se han identificado tres teleféricos adicionales que permitirán expandir la oferta turística más allá de Machu Picchu. El primero de ellos es el de Collpani Grande – Observatorio Astronómico Viscachani, con un trayecto de 3.6 kilómetros. El segundo se encuentra en Urubamba, donde el sistema conectará a Quespihuanca con el Sitio Arqueológico de Querocancha, en dos tramos.
El tercero es el teleférico de Waqrapukara, en la provincia de Acomayo, que busca mejorar la accesibilidad a esta zona arqueológica. Proinversión aún evalúa si estos tres proyectos cusqueños se adjudicarán por separado o como un paquete conjunto.
Más allá del sur, también figuran proyectos en otras regiones. En Áncash, se planea construir el teleférico Huascarán, que conectará la laguna de Llanganuco con las faldas del nevado del mismo nombre. Esta obra busca ofrecer una experiencia turística con vistas panorámicas de montañas icónicas como Huandoy, Pisco, Yanapaccha, Huascarán y Chopicalqui, además de dinamizar la economía local.
Finalmente, en Puno, el teleférico Cerro Azoguini – Lago Titicaca permitirá acceder a vistas privilegiadas del lago y la ciudad. El proyecto también incluirá un espacio de esparcimiento cultural y otras instalaciones complementarias. Además, Proinversión ha firmado un convenio con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para explorar el uso de teleféricos como medio de movilidad masiva en Lima, en distritos como El Agustino y San Juan de Lurigancho, lo que abre la puerta a una posible aplicación urbana de esta tecnología en el país.