Entre finales de mayo e inicios de junio, al distrito de Ocongate, en la provincia de Quispicanchis en el Cusco, llega una feria a la que se le conoce como el “Mercado de los Sueños”, en el marco de la peregrinación al santuario del Señor de Qoyllority. Esta es la manifestación más particular de fe. En esta feria se puede comprar de todo –en miniatura– con la esperanza de que se conseguirá en la realidad.
A pesar de esto, hay un sueño que aún en el distrito de Ocongate no se ha podido comprar: el sueño del cierre de brechas en acceso a servicios básicos. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dan cuenta que, al cierre del año pasado, solo uno de cada tres habitantes contaba con el paquete integrado de servicios, es decir, agua por red pública, saneamiento, electricidad y acceso a internet.
Más aun, el último mapa de pobreza distrital de la entidad estadística, del 2018, da cuenta de que en Ocongate el 53% de la población (que alcanza un total de 15,000 personas) vive en situación de pobreza.
Recursos para un sueño
Para cerrar las brechas de acceso a servicios y mejorar la calidad de vida de las personas, la inversión pública juega un rol protagónico. Sin embargo, a pesar de las carencias del referido distrito, en los últimos dos años el presupuesto que se le ha asignado a la inversión pública ha caído 46%, pasando de poco más de S/ 45 millones en el 2022 a S/ 24.6 millones para este año. Esto implica apenas S/ 1,617 en promedio por habitante para la ejecución de obras en el 2024.
A pesar del bajo monto, la ejecución del presupuesto se ha desarrollado a un ritmo favorable. De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al 05 de junio ya se había ejecutado 50.3% del presupuesto para el año. La cifra es más alta que el total ejecutado en la región Cusco (36.2%) y que todas las municipalidades a nivel nacional (28.4%).
A pesar de la reducción en los recursos destinados a proyectos, resalta que la inversión en educación lidera la asignación presupuestal. Para el 2024, S/ 6.2 millones (25% del total) se han destinado para esta función clave.
Esto es positivo considerando que, según el último Censo Escolar del Ministerio de Educación (2018), apenas el 2% de las 96 instituciones educativas en Ocongate cuentan con el paquete integrado de servicios. Resalta que 4 de cada 10 no tiene agua y apenas 10% tiene conexión a internet.
Según el MEF, para este año hay 49 proyectos de inversión con presupuesto asignado en el distrito de Ocongate. De ellos, a marzo pasado ninguna obra se encontraba paralizada, de acuerdo con lo reportado por la Contraloría General de la República.
De todos esos proyectos, solo ocho son obras de escala relativamente grande, es decir, superan el millón de soles presupuestado para el año. El mayor proyecto es de espacios deportivos por S/ 3 millones (con 38% de avance a la fecha). Cabe destacar que las iniciativas para mejorar los servicios para desarrollar tecnología para producción y riego superan el 75% de ejecución.
A pesar de que las obras, en su mayor parte, parecen tener en la mira el elevar la productividad, también es importante resaltar que para infraestructura de turismo apenas se han destinado S/ 150,000 este año. Esto pese a que la propia fiesta del señor de Qoyllority y actividades de aventura tienen potencial para atraer más visitantes al distrito.
La vía principal que lo conecta con la ciudad de Cusco es una carretera cuyas condiciones y altura permiten recorrer los 127 kilómetros que separan la capital del pueblo de Mahuayani (donde inicia la peregrinación) en casi tres horas.
Es relevante apuntar que el cierre de brechas en cuanto a servicios básicos parece no ser estrella en el mercado de los sueños. El proyecto más relevante en cuanto a dotación del paquete integrado de servicios para los hogares de Ocongate es uno de saneamiento por poco más de S/464 mil. Con estos indicadores, podría ser necesario algo más que fe para que más personas tengan esos servicios.
Realidades cruzadas
Mientras que el distrito de Ocongate tiene indicadores favorables de ejecución de sus recursos para la inversión pública y no tiene proyectos paralizados, en la región Cusco la realidad es menos alentadora. Como se señaló previamente, en agregado la región tiene un menor porcentaje de avance en su presupuesto. El detalle más resaltante es que, de acuerdo con la Contraloría, Cusco es donde más obras paralizadas hay a nivel nacional, con un total de 302.