El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) oficializó recientemente, mediante un decreto supremo, la relación de proyectos complementarios que se vinculan a obras contempladas en el Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad (PNISC). Gestión revisó el estado actual de estas obras. El resultado: registran un ínfimo avance financiero y hay indicios de sobrecostos generados desde su declaratoria de viabilidad.

En total, son 10 las obras complementarias que están asociadas a ocho proyectos contemplados en el PNISC. Entre ellos están Obras de Cabecera, el único proyecto con más de una obra complementaria; la Nueva Carretera Central y el Aeropuerto de Chinchero.

Para alentar la ejecución de estos proyectos, el MEF ha autorizado que los ministerios a cargo firmen convenios con gobiernos subnacionales. Aparte, las obras complementarias gozarán de los beneficios de las obras del PNISC como la exoneración de licencias, entre otros.

Status quo

Las 10 obras complementarias al PNISC tienen una inversión actualizada conjunta de S/ 10,564 millones, de acuerdo al Banco de Inversiones del Invierte.pe. Aparte, están a cargo básicamente de dos sectores: Saneamiento y Transportes y todos, sin excepción, fueron declarados viables antes de la pandemia.

A pesar de ello, como pudo constatar Gestión, salvo dos casos puntuales, el resto no registra avances financieros superiores al 2% desde que fueron declarados viables (ver tabla).

De hecho, hay varias de estas obras que registran un avance financiero nulo. Ese es el caso, por ejemplo, de la Carretera Cubantia-Anapati-Yoyato-Valle Esmeralda-Pichari. Esta obra, a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), implica una inversión de S/ 1,875 millones y es viable desde 2020.

A pesar de ello, su avance financiero es de 0%. Según el Invierte.pe, en marzo de este año se aprobó reformular su estudio de preinversión. Aparte, queda pendiente elaborar dos estudios definitivos para dos tramos de la carretera, pero el MTC está solicitando recursos al MEF para ello. Este 2024 no tiene Presupuesto Inicial Modificado (PIM).

Aparte de su poco avance financiero acumulado, hay algunas obras complementarias que han sufrido variaciones de costo considerables desde su viabilidad. Resalta, en este grupo, el caso del Mejoramiento y rehabilitación de los sistemas de agua potable y alcantarillado en Las Lagunas, La Molina, que complementa el proyecto Obras de Cabecera.

Desde 2016, cuando fue declarado viable, registra 0% de avance financiero y una variación de costo superior al 100%. En total, su inversión ha sufrido un incremento de S/ 11.8 millones. Aparte, el Invierte.pe señala que en febrero la obra quedó retrasada por falta de financiamiento. Tampoco tiene PIM este año.

Algo similar ocurre en otra obra complementaria de Obras de Cabecera: el Mejoramiento y ampliación de los sistemas de agua potable y alcantarillado de Ate y Santa Anita. Este proyecto fue declarado viable en 2018 y desde entonces su costo ha crecido en S/ 599 millones. Según el Invierte.pe, su expediente técnico fue aprobado en marzo y este año tiene S/ 2.7 millones de PIM.

Para el socio experto en infraestructura de Damma Legal Advisors, Juan José Cárdenas, la actualidad de estas obras complementarias refleja un problema estructural de la inversión pública.

“Pensamos en las obras de forma aislada y no integral. Ese poca asociación inicial entre las obras periféricas y las del PNISC genera sobrecostos. No se toma en cuenta el entorno”, lamenta.

A consideración de Carlos Casas, exviceministro de Economía, es factible que obras declaradas viables hace más de cinco años requieran mayor presupuesto por factores como la inflación en construcción. Sin embargo, asegura que se suele elaborar un expediente técnico sin contar con los recursos para ejecutar las obras.

“Es un incentivo perverso tener el expediente listo. Apenas esté cerrado debería convocarse a concurso. Los gobiernos subnacionales suelen presionar al Gobierno nacional con el documento, pero no hay dinero para todos”, afirma.

¿Servirán medidas del MEF?

Para revertir la actualidad de las obras complementarias –y de los proyectos del PNSIC– el MEF planteó en el decreto supremo que se puedan firmar convenios con entidades subnacionales para definir la entidad pública que asume el financiamiento, contratación y/o ejecución de los proyectos complementarios.

Además, estas obras complementarias gozarán también de los beneficios planteados para los proyectos del PNSIC como son la exoneración de licencias de habilitación urbana o de edificación, la reducción de plazos para entrega de permisos ambientales y el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos en Superficie (CIRAS) del Ministerio de Cultura.

Para Casas, este planteamiento podría servir para que la ejecución de las obras complementarias adelante cierto bienestar que el proyecto principal del PNISC pretende atender.

“El problema real es cómo avanzan los principales. Por ejemplo, Obras de Cabecera aún no se encamina. Sus complementarias no acabarán al mismo instante, pero ayudarían al transporte de agua. Igual pasa con la Carretera Central, mientras la hacen, tener la vía de evitamiento La Oroya lista igual mejoraría las cosas, ahorraría tiempo”, refiere el exviceministro de Economía.

Cárdenas recuerda que el Anillo Vial Periférico, uno de las última gran adjudicación de ProInversión, tuvo un convenio de delegación de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) al MTC para que la cartera sea la única contraparte del privado en la Asociación Público Privada (APP).

Por ello, extender los beneficios del PNISC sería positivo, refiere. Sin embargo, le preocupa que el plazo para la firma de los convenios en torno a las obras complementarias sea de un año entero y que coincida con la vigencia del PNSIC actual: el 31 de diciembre del 2025. “Eso significa que hasta entonces no sabremos quién hará la obra. Es un plazo muy largo”, apunta.