Jue. Nov 14th, 2024

Producción maderera caería 25% al cierre de año: las razones detrás y perspectivas empresariales

La industria maderera no ha tenido un buen desempeño en lo que va del 2023. La contracción de la construcción se ha traducido en una caída de la demanda por productos del sector, principalmente en la parte de aserrados y acepilladura.

De acuerdo con datos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI),la producción del rubro retrocedió13.3% en julio y tuvo un caída acumulada de 36.3% en los primeros siete meses del año, en comparación con el mismo periodo del 2022.

Las dos ramas industriales del sector, “aserrados y acepilladura de madera” “productos de madera, corcho, paja y materiales trenzables” tuvieron cifras negativas, de 36.8% y 31%, respectivamente.

Antonio Castillo, gerente del Instituto de Estudios Económicos de la SNI, remarcó a Gestión que el mal desempeño del sector maderero obedece principalmente a la caída de la demanda interna y la autoconstrucción.

“El rubro que tiene que ver con toda la parte de aserrados y acepilladura de madera es el que ha tenido el desempeño más débil, por que está más relacionado con la autoconstrucción. Debemos mencionar que este es un sector fabricante de mucha pequeña empresa, hay cerca de un 92% de mypes”, precisó.

En cuánto a exportaciones, estas registraron un retroceso de 26% en los primeros ocho meses del 2023. La caída en el presente año está asociado a las menores ventas al exterior de productos semimanufacturados (-43.1%) y de madera aserrada (-16.9%).

Las razones, según empresas del sector

Erik Fischer Llanos, presidente del Comité de Madera e Industrias de la Madera de ADEX, comentó que este año no pinta bien para la industria maderera, no solo por la menor demanda de productos del sector, sino también por factores externos.

“La economía internacional ha estado golpeada por el alza de las tasas de interés (de EE.UU.), la cual sumada a la recesión, inflación, costo de la energía alto en algunos países, entre otros, ha hecho que se contraigan el consumo en general”, explicó.

Por su parte, Ivo Bozovich, gerente general de Bozovich, señaló que, efectivamente, el segmento ha tenido una reducción importante no solo a nivel de ventas domésticas, sino también en exportaciones.

“La disminución debe estar entre 25% a 30%. Ello se debería a las altas tasas de interés que contraen el consumo, lo cual genera la contracción del mercado inmobiliario en el Perú y el exterior. Además, que el comportamiento del consumidor tras la pandemia a cambiado, ya que antes las personas gastaban mucho en su casa”, manifestó a Gestión.

Una vez acabada la pandemia, el consumidor destinó su dinero a viajes, restaurantes, cines y consumo de servicios en general, lo cual desaceleró los gastos en infraestructura y construcción (home improvement).

“Todo estos factores hicieron que la demanda (de productos madereros) baje y los precios se reduzcan por los altos stocks en el mercado, ya sea de origen o de destino. Adicional a ello, la desconfianza en la economía y su sostenibilidad en el largo plazo hizo que el consumidor no construya”, añadió.

Aldo Palacios, CEO de Maderera Andina, coincidió en que las ventas de las empresas de sector crecieron en pandemia, debido a que las personas estaban confinadas en sus casas y decidían hacer arreglos.

“Muchos hacía refacciones en el hogar e incluso, con el home office, buscaban adaptar un espacio para el trabajo remoto, entonces, compraban muebles o escritorios. Había una alta demanda y una oferta muy limitada, porque habían aserraderos cerrados, gente enferma, dificultad para el transporte, todo un tema logístico y marítimo”, detalló.

Sin embargo, el panorama post pandemia se invirtió totalmente para la industria maderera.

“La gente empieza a salir y ya no gasta en el hogar. El dinero se gasta en otras cosas y al destrabarse los problemas logísticos, ocurre una sobreoferta de madera y la demanda reduce. Nosotros hemos proyectado un decrecimiento en ventas de por lo menos 20% para este año”, anotó.

Expectativas

En baso a todo lo mencionado anteriormente, Antonio Castillo estimó a Gestión que el sector maderero va a terminar el año con una “caída significativa de 25%”.

Sobre ello, empresas del rubro concuerdan con la proyección de la SNI, ya que no se avizora ningún hecho relevante que pueda dar luces sobre una recuperación importante.

Ivo Bozovich sostuvo que no se ve una recuperación en el corto plazo, en el mercado nacional ni internacional, pues las tasas de interés tendrían que bajar y los stocks deberían de girar para reactivar el consumo y la demanda nuevamente.

“Desde nuestro punto de vista, se debe seguir apostando por la exportación, el volumen de envíos aún es muy pequeño para el potencial maderero que tiene el Perú, pero para eso se tiene que cumplir con ciertos requisitos”, destacó.

Por su parte, Aldo Palacios recalcó que este año está marcado fuertemente por el Fenómeno del Niño, ya que este impacta directamente en la agroexportación, sector que concentra un demanda importante de pallets.

“La madera se usa mucho en la fabricación de pallets para los agroexportadores, pero este sector se está contrayendo mucho por el impacto del Fenómeno del Niño. Nuestra gran caída en ventas para este año viene por el lado de la línea de pallets”, refirió.

Respecto a la estimación para el cierre de año, Palacios dijo que estaba alineado con las estadísticas del SNI“Esas proyecciones son las mismas que tengo para la empresa. Nos quedan solo tres meses y ya han caído, tanto por el fenómeno post pandemia como El Niño”, aseguró.

Potencial forestal que no se aprovecha

Erik Fischer, presidente del Comité de Madera e Industrias de la Madera de ADEX, consideró que la SNI está muy cercana a la cifra correcta, sin embargo, cuestionó los bajos niveles de exportación que tiene el Perú frente a países vecinos, en especial Chile Uruguay.

“El año pasado, Chile exportó cerca de US$ 7,000 millones, mientras que el Perú en su récord histórico, en el 2008, exportó US$ 219 millones”,destacó a Gestión.

Argumentó que este bajo nivel de envíos no solo se debe a factores externos, sino que también recae en la falta de políticas forestales y el mal manejo de zonas productivas.

De acuerdo con data de Serfor al 2021, en el país, el área de bosques es de 72 millones de hectáreas, con una superficie de bosques plantados de 1.1 millón y solo 15,000 hectáreas de superficie reforestada.

En cambio, países como Chile y Uruguay cuentan con 18.2 millones y 2.1 millones de hectáreas, respectivamente. Pese a que el Perú tiene una amplia ventaja en cuánto a terreno por explotar, sus dos países vecinos lo superan en cuánto a bosques sembrados.

Por su parte, Antonio Castillo comentó que la producción del país de productos madereros no es proporcional a la cantidad de bosques que tiene. Entonces, se está desaprovechando el potencial forestal que tiene a disposición.

“Del total de hectáreas, 24 millones se han destinado a posibles concesiones, pero solo se han concesionado 7 millones y están operativas 2.5 millones de hectáreas”,señaló a Gestión.

Por tanto, el vocero de la SNI destacó hace falta una ley para el sector forestal, como las tiene Chile, Uruguay o Brasil, que impulsen el aprovechamiento de las zonas productivas de productos madereros.

“No se están trabajando adecuadamente los bosques, hay zonas en dónde no se están activando las concesiones ni tampoco el uso productivo del bosque que es un punto central para una estrategia de desarrollo”, finalizó.

Paolo Rojas – Gestión

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