Existe una mayor preventa (inmobiliaria) enfocada en venderle a los jóvenes, quienes al decidir consideran mucho “la experiencia de compra” y si es “digital”, mejor. Sin embargo, muchos de ellos no han vivido un sismo de gran magnitud.
Según el numeral 77.1 inciso d) del Artículo 77 del Código de Protección del Consumidor, entre la “información mínima” que los proveedores deben brindar al comprador se encuentra la documentación que sustente ”la condición sismorresistente del inmueble que se oferta. En general, quien tenga interés en una vivienda nueva debería conocer lo previsto en el código de protección y defensa del consumidor (CPDC).
Ahora bien, si se pretende comprar un departamento generado en los aires de un inmueble, se deben investigar los antecedentes constructivos de este, principalmente, si es resultado de un proceso autoconstructivo, y es que en el Perú la autoconstrucción es la principal forma de crecimiento de las ciudades desde antaño.
No obstante, la regulación y fiscalización de esta corresponde a la municipalidad distrital. Es decir, en la fiscalización de obras no interviene el Gobierno Central, en aplicación del principio de subsidiariedad, que establece que un asunto debe ser resuelto por la autoridad (normativa, política o económica) más próxima al objeto del problema.
Por tanto, corresponde a las comunas distritales verificar los riesgos en la autoconstrucción. Sobre esta, debemos considerar lo señalado por el Ingeniero Civil Javier Orccosupa Rivera, en un informe periodístico (https://bit.ly/2HDzkSM), quien detalló las cinco características que debe de cumplir una construcción para ser considerada como segura y sismo-resistente: 1) Calidad del suelo; 2) Diseño estructural; 3) Calidad de materiales; 4) Proceso constructivo, acorde a lo previsto en el Reglamento Nacional de Construcciones;5) Mantenimiento de la edificación, siendo responsabilidad del propietario “garantizar las condiciones de operación y habitabilidad de la construcción”.
No olvidemos que estamos en un país con alto riesgo sísmico. Al respecto, el estudio Lloyd’s City Risk Index 2015-2025 sobre vulnerabilidad en 301 grandes ciudades, señaló que las pérdidas económicas en Lima, debido a un sismo de gran magnitud, llegarían a los US$ 35.530 millones. Además, que “Lima (incluyendo el Callao) es la ciudad más expuesta del mundo…”.
Ante el predominio de la autoconstrucción sin supervisión técnica, como forma de urbanización, urge la intervención del sector vivienda, articulando con municipios, a fin de aprobar programas, políticas y normas sectoriales para la asistencia técnica en dicho inevitable fenómeno nacional.