A pesar de que se han implementado normas sanitarias para garantizar la salubridad del agua que se consume, como ciudadanos debemos asumir la responsabilidad de proteger los ríos y asegurar la disponibilidad del sistema hídrico de calidad.

La contaminación de los ríos en Lima es un problema que pone en riesgo la salud de la población. Según cifras de Aquafondo, el 80% del agua consumida por los 9 millones de habitantes de Lima y Callao proviene del río Rímac y está sujeta a diversas fuentes de contaminación. Por ejemplo, se vierten 3,189 litros de aguas servidas por segundo a este río.

Miguel Carrera, biólogo, perito ambiental y docente de la escuela de Posgrado de la Universidad Norbert Wiener, explica que las malas prácticas de descarga de aguas residuales sin tratamiento, el arrojo de desechos y la descarga de efluentes provenientes de actividades minero-metalúrgicas e industriales son las principales causas de contaminación de los ríos de Lima.

“La calidad del agua de los ríos peruanos es preocupante. Los resultados de análisis realizados por laboratorios acreditados indican la presencia de materia orgánica, elementos químicos, virus, bacterias, parásitos y metales pesados, que pueden afectar la salud de la población y causar enfermedades como diarrea, cólera, hepatitis y otros problemas vinculados a la presencia de metales pesados que afectan la salud pública”, comentó el especialista.

Aunque el agua que llega a los hogares de Lima pasa por tratamientos para garantizar su consumo como agua potable, se recomienda hervirla antes de consumirla para prevenir riesgos sanitarios. Sin embargo, la solución a largo plazo es erradicar la contaminación del agua y mejorar la eficiencia de los sistemas de tratamiento y potabilización del líquido elemento. 

Por ello, con el objetivo de solucionar esta problemática ambiental, el experto hace un llamado a la ciudadanía para asumir compromisos basados en los principios del desarrollo sostenible, y es de suma importancia realizar acciones tales como:

1. Mejorar los sistemas de tratamiento de aguas residuales, tanto domésticas como industriales, y aumentar la eficiencia de las plantas de tratamiento de agua potable para garantizar la calidad del producto final y de esta manera proteger la salud de la población.
2. Reforzar los marcos normativos existentes que estén directamente relacionados con la protección de los recursos hídricos.
3. Fortalecer las capacidades de las entidades encargadas de proteger los recursos hídricos en el Perú, así como de aquellas responsables de garantizar la calidad del agua potable.
4. Sensibilizar a la población acerca de la importancia de proteger los recursos hídricos como fuente de vida y garantizar su conservación.
5. Promover el uso de productos biodegradables y sostenibles que generen menos impacto en la calidad de los cuerpos de agua, mediante políticas y compromisos ambientales adoptados por las empresas.
6. Fomentar la participación ciudadana como mecanismo para garantizar el cuidado y conservación de nuestros recursos naturales, entre ellos, los cuerpos de agua.

El perito ambiental y docente de la Escuela de Posgrado Wiener, Miguel Carrera, destaca que aunque se han establecido requisitos sanitarios para asegurar la calidad del agua destinada al consumo humano, es esencial que como ciudadanos nos comprometemos a proteger los recursos hídricos de nuestro país para tener acceso a agua de mejor calidad.