Las políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos y el gobernador de Florida están afectando gravemente al sector de la construcción en esta región. Las constructoras enfrentan una crisis sin precedentes debido a la falta de mano de obra calificada y al aumento de los costos de los materiales. Estos factores han generado retrasos en numerosos proyectos de vivienda, dificultando el avance de las obras y afectando el suministro de viviendas en Florida.

La industria de la construcción en Florida atraviesa una severa escasez de trabajadores. Uno de los principales problemas es la jubilación masiva de empleados experimentados. Por cada tres trabajadores que se retiran, solo uno es reemplazado, lo que ha resultado en una disminución significativa de la mano de obra disponible para cubrir la creciente demanda del sector.

Además de la falta de personal, el impacto de las restricciones migratorias ha empeorado la situación. La industria de la construcción en Florida depende en gran medida de los trabajadores inmigrantes, que representan el 38% de la fuerza laboral del sector, una cifra considerablemente superior al promedio nacional de 31%. Las restricciones migratorias han reducido la disponibilidad de estos trabajadores, exacerbando la escasez de mano de obra.

Otro desafío importante para el sector de la construcción es el aumento de los costos de los materiales. La reciente decisión del presidente Donald Trump de mantener un arancel del 25% sobre productos importados de México, China y Canadá ha encarecido materiales esenciales como acero, madera, cemento y aluminio. Este aumento de los precios de los insumos está afectando directamente a la rentabilidad de los proyectos y dificultando su viabilidad económica.

Si la falta de mano de obra y el encarecimiento de los materiales persisten, los costos de las viviendas podrían seguir aumentando, lo que hará aún más difícil el acceso a la vivienda para miles de personas en Florida. La incertidumbre provocada por las políticas migratorias y económicas ha dejado a las constructoras en una situación compleja, obligándolas a buscar nuevas estrategias para mantener la competitividad en un mercado cada vez más desafiante.