Mar. Jul 22nd, 2025

La Presa de las Tres Gargantas: el megaproyecto chino que modificó la rotación de la Tierra

La Presa de las Tres Gargantas, ubicada sobre el río Yangtsé en China, es la mayor central hidroeléctrica del mundo y un símbolo del poder de la ingeniería moderna. Sin embargo, su impacto va más allá de la generación de energía o la transformación del paisaje local. Según científicos de la NASA, la gigantesca masa de agua almacenada en su embalse ha alterado ligeramente el eje de rotación de la Tierra, lo que ha producido un alargamiento casi imperceptible en la duración de los días.

El fenómeno tiene una explicación física clara: al llenar el embalse con más de 39.000 millones de metros cúbicos de agua, se redistribuyó una gran cantidad de masa desde distintos puntos geográficos hacia una ubicación fija en la corteza terrestre. Ese cambio en la distribución del peso ha modificado, aunque mínimamente, el equilibrio dinámico del planeta, similar a cómo un patinador altera su velocidad de giro al mover los brazos.

Según el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, el eje de la Tierra se habría desplazado aproximadamente dos centímetros como resultado del llenado del embalse. En términos de tiempo, esto equivale a un alargamiento del día de unas 0,06 microsegundos, es decir, 60 millonésimas de segundo. Aunque parezca insignificante, este dato demuestra cómo las acciones humanas pueden incidir en fenómenos geofísicos globales.

Fue el científico Benjamin Fong Chao, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quien en 2005 advirtió sobre este posible efecto. En sus palabras, “cualquier evento que implique el movimiento de masa afecta la rotación de la Tierra”, desde un huracán hasta el uso masivo de vehículos. Chao también señaló que el desplazamiento de los polos terrestres por la presa podría alcanzar los dos centímetros.

Este tipo de impacto no es exclusivo de la presa china. Eventos naturales como terremotos de gran magnitud también han alterado el eje terrestre. Ejemplos notables incluyen el sismo de Sumatra en 2004 y el de Japón en 2011, ambos con consecuencias geofísicas más intensas que las generadas por la Presa de las Tres Gargantas. No obstante, la diferencia fundamental es que los terremotos ocurren de forma repentina, mientras que las presas representan acciones humanas planificadas y progresivas.

La situación plantea una reflexión más amplia sobre los efectos del desarrollo humano a gran escala. Aunque las represas son fuentes de energía renovable, su impacto ambiental y geofísico no debe subestimarse. Además de modificar ecosistemas y desplazar poblaciones, obras como la de las Tres Gargantas pueden tener repercusiones planetarias. La comunidad científica, incluida la NASA, subraya la necesidad de integrar estos factores en los modelos de planificación y evaluación de futuras infraestructuras. Todo está interconectado: lo que hacemos a nivel local puede tener efectos globales.

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